El sábado vivimos una auténtica batalla campal. 3 equipos y 3 bases, armados con Nerfs y con unas reglas de juego limpias y claras. Los equipos se enfrentaron en varias misiones tales como conquistar la base enemiga, competir con una sola bala al «último superviviente», cazar al «jefe de la banda» que iba con un distintivo llamativo, hacer de francotiradores o infiltrarse… La estrategia y el diálogo en equipo eran importantes pero la clave del éxito fue el respeto por las reglas y el juego limpio. Un plan que habrá que repetir